La diabetes mellitus, es una condición que afecta a la concentración de glucosa, o azúcar, en la sangre, algo que hemos explicado en artículos anteriores y que también puede afectar a su perro. La diabetes se produce cuando el cuerpo del perro produce muy poca insulina o no procesa correctamente la insulina.
La insulina afecta cómo el cuerpo de su perro utiliza los alimentos. Cuando su perro come, los alimentos se descomponen en componentes muy pequeños su cuerpo puede utilizar. Uno de los componentes, hidratos de carbono, se convierte en varios tipos de azúcares simples, como la glucosa.
La glucosa se absorbe desde los intestinos a la sangre, donde viaja a las células en todo el cuerpo. Dentro de las células, la insulina ayuda a convertir la glucosa en combustible.
Si hay muy poca insulina disponible, la glucosa no puede entrar en las células y puede aumentar hasta una alta concentración en el torrente sanguíneo. Como resultado, un perro diabético puede querer comer constantemente, pero aparecerá desnutridos porque sus células no pueden absorber la glucosa.
Los perros pueden desarrollar otros problemas, generalmente después de vivir con diabetes por un año o más. El control cuidadoso de las concentraciones de glucosa en la sangre ayudará a minimizar estas complicaciones.
La formación de cataratas es la complicación más común e importante de la diabetes canina. Una catarata es una opacidad del cristalino del ojo después de las concentraciones de glucosa en sangre prolongados, lo que conduce a la ceguera. Cómo evitar las concentraciones de glucosa en la sangre pueden ayudar a prevenir o retrasar el desarrollo de cataratas.
La diabetes puede ser una enfermedad silenciosa. Su veterinario puede descubrir la diabetes de su perro a través de análisis de sangre de rutina, aunque, es probable que note algunos de sus síntomas: mayor que el hambre normal y / o la sed, pérdida de peso, y la micción frecuente o abundante.
Un examen de sangre que mide el nivel de glucosa en la sangre de su perro es la herramienta de diagnóstico más común, pero un nivel alto de glucosa no siempre significa diabetes. Debido a que otras enfermedades a veces plantean estos niveles, su veterinario puede realizar pruebas adicionales para descartar estas causas.
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