Debido a que las enfermedades de las arterias son la causa más frecuente de las complicaciones en las personas diabéticas, es importante recordar algunos aspectos importantes en relación con el colesterol y las grasas como los triglicéridos como principales responsables del endurecimiento de la parte interna de los vasos en todo el organismo, que da como resultado lo que se conoce como Enfermedad Ateroesclerótica, siendo su principal causa de muerte o de invalidez.
En el corazón, la principal consecuencia es el Infarto del Miocardio y en el cerebro el Derrame o Trombosis con parálisis de las extremidades inferiores o superiores del cuerpo de ambas, produciendo parálisis con la consecuencia de incapacidad física. Ambas temibles consecuencias se producen lentamente, después de muchos años y habitualmente afectan la edad adulta. Estos desenlaces en muchos casos terminan en la muerte.
Varias son las alteraciones responsables de lo anterior:
– LA elevación crónica del colesterol con los cambios de la elevación del colesterol LDL o el descenso del colesterol HDI conocidos como el colesterol malo y el colesterol bueno, respectivamente.
– Los trombos por coagulación de la sangre con factores contribuyentes como son la inflamación de la túnica o capa íntima de las arterias y los factores que aumentan la coagulación
– Los ácidos grasos circulantes conocidos como Triglicéridos, los acompañantes inseparables del colesterol de estas enfermedades arteriales. También los vasos por los que circula la sangre en los miembros inferiores están expuestos a los mismos factores y llegan a ocluirse, siendo las causas más frecuentes de Arterioesclerosis que puede terminar en la amputación de los pies y las piernas, dando lugar al temido pie diabético, la causa más frecuente de amputación después de los traumatismos físicos.
Sin embargo, el colesterol es una grasa esencial para la vida porque es la base para la formación de hormonas vitales como las producidas en la corteza de la glándula suprarrenal que regulan la presión arterial, la retención de líquidos y el metabolismo de los carbohidratos o azúcares, además de ser básicas para la reproducción humana y la formación de las hormonas sexuales producidas en las gónadas masculinas y femeninas, como son la progesterona, los estrógenos y la testosterona respectivamente, que contribuyen específicamente a los típicos comportamientos mentales femenino y masculino, son dejar de mencionar a la vitamina D, tan necesaria para los huesos y la piel.
Entonces se impone una pregunta, porqué hace daño? Por su elevación anormalmente alta actuando durante muchos años, con colesterol LDL por encima de lo normal con o sin descenso del colesterol HDL como se citó anteriormente. El colesterol se encuentra en muchos alimentos y además es sintetizado en el hígado como elemento de supervivencia, en cantidad de 300 milígramos diarios.
En los siguientes alimentos encontramos colesterol: leche, queso, natilla, carnes, mariscos, embutidos, vísceras (hígado, riñones, mondongo), mantequilla, quesos grasos amarillos. Por ello es aconsejable alimentarse con las cantidades aconsejables de estos alimentos para no causar daño.
Recordamos que para decir que un alimento “no contiene colesterol” debe cumplir con dos requisitos: contener cantidades mínimas, menos de 2 miligramos por porción, así como 2 gramos de grasas saturadas. De ahí la importancia de leer con cuidado las etiquetas de los envases y envolturas.
Las indicaciones para lograr lo anterior son parte del delicado trabajo de la nutricionista al elaborar para el paciente diabético, obeso o hipertenso, que en alta frecuencia están presentes las tres alteraciones, el Plan Nutricional más sano. Alimentos como margarina y la manteca no se deben etiquetar como libres de colesterol.
Además es indispensable tener la seguridad que la cantidad de grasa saturada y ácidos grasos “trans” por su fórmula química sea la menor posible, revisando el contenido de ellas en las envolturas. Lo anterior porque la complicación de Ateroesclerosis no es sólo debida al colesterol.
Las comidas chatarra preparadas la mayor parte de las veces con grasa de mala calidad son altamente perjudiciales además por su contenido de calorías en las harinas que contienen, perjudican a sus clientes, los niños y adolescentes, favoreciendo la obesidad y después la diabetes con azúcar alto en la sangre, con la consecuencia de la predisposición a la arteroesclerosis y complicaciones cardiovasculares que van a proceder en la vida adulta, porque echan a perder los buenos hábitos del apetito.
Para un adulto se recomienda que una alimentación prudente no debe de contener más de 200 mg de colesterol al día y menos de 23 gramos de grasa saturada para una dieta de 2.300 calorías, según las recomendaciones de la Organización Mundial de Alimentos, FAO y la Organización Mundial de la Salud.
Recordemos que un vaso de lecha entera de 250 mililitros con 3.5% de grasa proporciona 33 mg de colesterol y 5.1 grs de grasa saturada, en tanto que igual cantidad de leche con 2% de grasa contiene 22 mg de colesterol y 2.9 de grasa saturada. Por lo tanto, si se quiere evitar daño arterial, lo recomendable es tomar leche descremada que contiene o.1% de grasa, 1 miligramo de colesterol y 0.2 gr de grasa saturada.
El huevo a su vez, una porción de 50 grs contiene 213 miligramos de colesterol y 1.6 de grasa saturada. En caso de consumirlo, se recomienda comerse sólo uno por día. Importante recordar que los aceites para cocinar como el de maíz, girasol, soya y oliva no contienen colesterol y solo de 1.4 a 2 grs de grasa saturada por lo que deben de utilizarse en la mínima cantidad, menos de una cucharada de 14 grs.
A su vez la manteca vegetal no contiene colesterol pero sí 6.7 grs de grasa saturada, una cucharada de 1.3 grs. La naranja y el tomate no contienen colesterol ni grasa saturada, una unidad y 200 grs respectivamente. 100 grs de bistek de lomo de res cocido tiene 84 miligramos de colesterol y no tiene grasa saturada. La salchicha corriente contiene 18 mg de colesterol y nada de grasa saturada, una unidad de 36 grs. (Fuente bibliográfica: Agriculture Handbook No. 8, USDA).
Todas estas cifras hacen pensar en la importancia de tener consejo y guía de una persona especializada en Nutrición Humana con el fin de elaborar un plan de alimentación suficiente en calorías para las necesidades de cada persona y equilibrado en sus componentes de carbohidratos, grasas, proteínas, minerales y vitaminas. Sin olvidar ingerir entre 4 y 6 vasos de agua al día.
Finalmente señalamos que el colesterol HDL moviliza el colesterol libre distribuido en todo el organismo, incluyendo el que está en las arterias y lo trasporta hasta el hígado para que sea metabolizado en el proceso que se conoce como “transporte reverso de colesterol” y además funciona como antiinflamatorio, reduciendo el potencial de coagulación en la sangre. Esto lo hace un factor independiente de riesgo y enfermedad de las arterias coronarias del corazón.
Los triglicéridos circulan en la sangre y se almacenan en el tejido adiposo del organismo. Un nivel mayor de 150 mg por decilitro se asocia con riesgo de desarrollar enfermedad arteroesclerótica y la muy elevada, más de 400 mg, conlleva el riesgo a producir pancreatitis aguda.
La hipertrigliceridemia se asocia al Síndrome Metabólico, la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y la obesidad, todos factores de alto riesgo de daño arterial. A su vez el colesterol LDL tiene una alta capacidad para producir ateroesclerosis vascular y su valor ideal en personas no diabéticas es menor de 130 mg/decilitro y en diabéticos sin antecedente de daño vascular cardiaco o cerebral lo recomendable es una cifra menor de 100/decilitro, en tanto que aquellos que tienen una cardiopatía demostrada clínicamente o con antecedente de enfermedad vascular del corazón, lo ideal es que tenga 70 miligramos o menos.
Los niveles mínimos de lípidos son: colesterol total 155 mg/dl (4.0 milimoles/litro), colesterol LDL los comentados, colesterol HDL mayor de 40 mg/dl en hombres y 45 mg/dl en mujeres y los triglicéridos igual o menor a 150 mg/dl (dl=decilitro).
Toda la información anterior debe ser cuidadosamente revisada entre el paciente y el médico, para tomar las medidas necesarias y evitar o disminuir la ateroesclerosis arterial con las consecuencias relatadas, mediando el consejo del nutricionista.
Finalmente en una dieta saludable, la ingestión total de grasas debe ser igual o superior al 30% del total de calorías. Las grasas saturadas igual o inferior al 10% e idealmente sustituirse por grasas insaturadas. El colesterol diario de la dieta menor de 300 miligramos. La ingesta de sal menor de 6 grs de cloruro de sodio, pues reducirla es muy importante en personas hipertensas. Recordar que en general aumentarla ingestión de frutas y verduras frescas es muy saludable.
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